07 de noviembre, 2017.- El tequila es un destilado de la planta de agave, originario del municipio del mismo nombre en el estado de Jalisco. Tan solo en los últimos 10 años, el volumen de exportación de esta bebida se ha incrementado en casi 50% para alcanzar 197.9 millones de litros enviados a todo el mundo para su comercialización y consumo en 2016. Sin embargo, su mercado a escala internacional no ha estado desprovisto de sus controversias, y recientemente los expertos de México han vuelto a frustrarse ante el aumento de versiones pirata de su producto.
Junto con otros 5 productos de México, el tequila posee una denominación de origen; una figura jurídica de reconocimiento internacional con la cual se garantiza a los consumidores la buena calidad y autenticidad de los productos y ampara a los productores ante la competencia desleal. En el caso específico de la bebida, asegura (como es el caso del champagne o el cognac francés) que solo pueda ser considerada "legítima" si sigue un proceso específico, proviene del área geográfica correcta, y pasa los controles de calidad apropiados. Sin embargo, esto no siempre se cumple y ha ocasionado la aparición de versiones pirata y múltiples frustraciones del sector.
En 2014, cuando la denominación de origen de la bebida cumplía 40 años de haber sido registrada, el director del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, Miguel Ángel Margáin, declaró que esta figura jurídica era una de las que "más logros ha alcanzado en el combate a la falsificación y piratería" de su tipo. Sin embargo, poco más de un año después, en Alemania se realizó un operativo con el fin de confiscar más de 25 mil litros del destilado producidos sin el aval del Consejo Regulador del Tequila (CRT), encargado de hacer valer la autenticidad del alcohol a escala nacional e internacional. Estos eventos no han parado con los años, lo cual ha contribuido a la frustración de la institución contra estas versiones ilegítimas.
A causa del tequila pirata, en 2016 solo se exportaron 123 mil litros de la bebida a Argentina, una décima parte de lo enviado a Colombia
Uno de los casos más delicados es el vivido en Argentina, pues a principios de año el CRT denunció ante la Secretaría de Economía de México la existencia de al menos cinco marcas de tequila pirata comercializados sin la aprobación adecuada dentro de la nación dirigida por Mauricio Macri. Ramón Gonzáles, director general del Consejo, calificó este como causa de una competencia desleal contra los productores acreditados, pues estas versiones apócrifas podían llegar a venderse por hasta 50% menos de su precio, para la frustración del mercado legítimo.
Los avances con el gobierno argentino han sido prácticamente nulos. Las autoridades sudamericanas se han desvinculado varias veces del asunto al argumentar que su reglamento no contempla aplicaciones puntuales de la propiedad industrial, por lo cual técnicamente no es ilegal la comercialización de este tequila pirata. En respuesta, el CRT ha exigido durante 5 años a la administración, reconocer la denominación de origen de la bebida mexicana, sin respuesta. Para mayor frustración del organismo, han demandado cómo estas marcas apócrifas usan remolacha de vegetales en lugar de agave para fabricar la bebida, con lo cual desprestigian la calidad del nombre a escala internacional.
Este conflicto entre estos dos países por los tequilas pirata no es nuevo, pues incluso en septiembre del 2016 la CRT amenazó con llevar esta disputa ante la Organización Mundial de Comercio en caso de no haber respuesta oficial de las autoridades. Los frustrados productores legítimos además criticaron la aparente hipocresía del gobierno de Macri, pues en México se respeta la denominación de origen del vino argentino, por lo cual han exigido reciprocidad dentro del mercado de las bebidas alcohólicas de calidad. Al cierre de esta publicación, no ha habido respuesta por parte de la administración sudamericana.
Fuente: My Press